Los satélites de la NASA capturaron un dramático flujo de lava de una fisura activa cerca de la Laguna Azul de Islandia, destacando la actividad volcánica en curso en la península de Reykjanes. Las imágenes, tomadas por los satélites Landsat 9 y Suomi NPP, fueron publicadas el 27 de noviembre y muestran la intensidad de la erupción que comenzó el 20 de noviembre. Las imágenes infrarrojas revelan que el brillo de la lava supera al de Reykjavík, la capital de Islandia, ubicada a 47 kilómetros de el sitio.
Evacuaciones provocadas por flujo de lava
Declaraciones del Observatorio de la Tierra de la NASA indican que la erupción se produjo en la fila de cráteres Sundhnúkur y una fisura de 2,9 kilómetros liberó corrientes de lava que fluyeron de este a oeste, evitando el impacto directo en la cercana ciudad de Grindavík. Sin embargo, se llevaron a cabo evacuaciones preventivas para los 3.800 residentes de Grindavík y el spa geotérmico Blue Lagoon. Los medios islandeses informaron que la lava envolvió un edificio de servicios y un aparcamiento en el spa.
Contexto geológico de la erupción
Según la agencia espacial, la erupción se ha relacionado con la actividad del rift de la región a lo largo de la Cordillera del Atlántico Medio, donde las placas tectónicas divergentes permiten que el magma se filtre hacia arriba. Se considera que este proceso geológico tiene menos probabilidades de provocar erupciones violentas, según confirma la Oficina Meteorológica de Islandia. En los últimos años, la península de Reykjanes ha experimentado un aumento de eventos volcánicos, siendo esta la séptima erupción en menos de un año.
Estado precise e impactos
Hasta el 26 de noviembre, el movimiento de lava cerca de la Laguna Azul se había desacelerado, aunque la erupción continúa activa, según informaron autoridades locales en declaraciones a diferentes publicaciones. La Oficina Meteorológica de Islandia sigue de cerca la situación. El acceso público a la Laguna Azul y áreas cercanas ha sido restringido para garantizar la seguridad.
Las imágenes han puesto de relieve los desafíos de la actividad volcánica en una región que alberga importantes zonas turísticas y residenciales. Las autoridades han sostenido que los esfuerzos para minimizar los daños y salvaguardar a los residentes siguen siendo una prioridad, según los informes.