El primer ministro, en el Ministerio del Inside, flanqueado por Union Jacks, hablando duramente sobre la inmigración: Este es el Keir Starmer que su equipo superior quiere que usted vea.
“Buenas noticias”, afirma, elogiando el trabajo de la Agencia Nacional contra el Crimen tras el Detención de un presunto contrabandista de pequeñas embarcaciones en Amsterdam.
Esta es una aparición inusual del primer ministro.
Es interesante el hecho de que haya elegido hacer la declaración él mismo, en lugar del Ministro del Inside, y dirigirse directamente a los periodistas y a la gente de su país.
El número 10 quiere aprovechar algunas buenas noticias, llamar la atención y demostrar que su plan para “aplastar a las pandillas” está funcionando.
Un arresto es algo, pero no es la noticia innovadora que detendrá los cruces del Canal.
En los próximos días, se espera que el número de cruces en embarcaciones pequeñas desde que los laboristas llegaron al poder en julio supere los 20.000.
Cuando una pandilla es “aplastada”, surge otra. Los contrabandistas se están adaptando y tengo entendido que ahora se están lanzando muchas embarcaciones pequeñas desde tramos más amplios y peligrosos del Canal.
El plan del gobierno es a largo plazo y aún no ha cambiado de rumbo.
Entre bastidores, los parlamentarios laboristas interesados en la inmigración han estado presionando a Downing Avenue para que reclame más “victorias” en materia de inmigración. Parece que eso es lo que estamos viendo hoy.
El primer ministro acaba de revelar dos nuevas prioridades: impulsar la economía y proteger nuestras fronteras.
Es un cambio notable con respecto a las “cinco misiones” del primer ministro, que no incluían un compromiso sobre inmigración, de las que tanto se habló antes de las elecciones.
Quizás el Número 10 haya prestado atención a una advertencia de Estados Unidos, después de que los demócratas perdieran (en gran parte) los mensajes sobre economía e inmigración.
Con las estadísticas de migración neta que se publicarán en el Reino Unido en un par de semanas, la atención se centrará una vez más en la inmigración.
Puede que el gobierno no esté atado a la promesa de “detener los barcos” de la misma manera que lo estaban los conservadores, pero muchos votantes querrán ver avances tangibles en los próximos años en materia de migración ilegal más allá de un arresto.